DÍA DE LA PAZ 2021

Cada 30 de enero, aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, se celebra el DÍA DE LA PAZ.

Un día muy especial en el que se promueven valores como la tolerancia, la solidaridad, la igualdad y el respeto a los Derechos Humanos.

Para lograr la paz tenemos que aprender a evitar la violencia y comprometernos con formas pacíficas de resolución de conflictos en nuestro día a día, lo que incluye una apuesta educativa por la no-violencia en nuestro centro educativo. Sin embargo, un único día en el calendario escolar, por muy importante que sea, no va a convertirnos en ciudadanos pacíficos y comprometidos con la paz. Durante todo el año es importante que tratemos de hacer que los niños interioricen este tipo de valores, que los hagan suyos, y que se conviertan en principios sólidos que guíen su conducta.

Por ello, el Proyecto de la Paz participa en todas las efemérides, Planes y Proyectos de nuestro colegio. Y está presente en el día a día de nuestras aulas a través del Proyecto de Educación Emocional con el que pretendemos educar ciudadanos tolerantes y respetuosos con lo demás y con ellos mismos.

El conocimiento y aceptación de todas las emociones, buenas y malas, tanto propias como ajenas, y el saber canalizarlas positivamente, está en la base de toda educación en valores, de todo ser humano respetuoso con los demás y el medio ambiente.

CELIA. Coordinadora del Proyecto de Paz

La práctica educativa ha de sustentarse en el desarrollo de todos los valores. No debemos olvidar que los niños que estamos formando y educando, son personas que no solo necesitan conocimientos, competencias y saber hacer, también necesitan valores que guíen su conducta. Si estos valores son los adecuados contribuiremos, entre todos, a la construcción de un mundo mejor, más justo y más humano.

No podemos pedir a los niños que sean solidarios, tolerantes, respetuosos, y no violentos si no le enseñamos cómo.

A lo largo de la historia, la humanidad ha creado diferentes símbolos para representar la paz: la bandera blanca, las ramas de olivo, la paloma... Para que la paz sea algo más que un símbolo, debemos trabajar cada día en hacerla realidad.

Ojalá acabar con la violencia fuera tan sencillo como poner una vacuna que nos inmunizara contra ella para siempre. Esa vacuna existe, pero no es un fármaco: es la educación. La educación tiene el potencial de dotar a las personas de las herramientas necesarias para hacer innecesaria la violencia.

Este año, como siempre, la biblioteca ha organizado, para celebrar este gran día, un cuentacuentos que tiene como protagonista una historia real, la de Wangari Maathai, la primera mujer africana en recibir el Premio Nóbel de la Paz en 2004 por su contribución al desarrollo sostenible, la democracia y la paz.

En su libro, Wangari y los árboles de la Paz, la autora nos cuenta su historia. De pequeña, en Kenia, Wangari vive rodeada de árboles. Cuando crece comienza una masiva deforestación y Wangari teme que pronto todo el bosque sea destruido. Entonces decide sembrar nueve arbolitos. Así comienza la historia de Wangari Maathai, ambientalista y ganadora del Premio Nobel de la Paz.